
En entornos hospitalarios y clínicos, contar con cortinas antibacterianas adecuadas es esencial para mantener la higiene y prevenir infecciones. Sin embargo, al momento de cotizar con proveedores, pueden llegar a ofrecerte cortinas antibacterianas con precios inferiores a las del mercado, ¡cuidado! porque puede ser que te estén intentado vender cortinas de PVC estándar. Aquí te explicamos como identificar una verdadera cortina antibacteriana:
1. Material y composición
Las cortinas antibacterianas están fabricadas con materiales diseñados para inhibir el crecimiento de microorganismos. Incorporan aditivos antimicrobianos en la propia estructura del material, a diferencia de las cortinas de PVC estándar, que no ofrecen esta protección y pueden acumular bacterias con el tiempo.
2. Certificaciones y normativas
Una cortina antibacteriana legítima cuenta con certificaciones internacionales, como ISO 22196 o ASTM G21, que avalan su efectividad contra bacterias y hongos. Antes de comprar, verifica que el producto tenga respaldo de pruebas de laboratorio.
3. Facilidad de limpieza y mantenimiento
Si bien ambas opciones pueden ser lavables, las cortinas antibacterianas están diseñadas para resistir limpiezas frecuentes con productos desinfectantes sin perder su efectividad. En cambio, una cortina de PVC común puede deteriorarse o volverse menos eficiente con el tiempo.
6. Áreas de aplicación recomendadas
Las cortinas antibacterianas se utilizan en hospitales, clínicas y laboratorios debido a su capacidad para reducir la propagación de infecciones. Si un proveedor ofrece una cortina sin especificar estos usos o sin documentación técnica, probablemente se trate de un modelo estándar.
Invertir en una cortina antibacteriana certificada es clave para garantizar un entorno más seguro. Antes de elegir, revisa las especificaciones y asegúrate de que cumple con los requisitos de higiene y calidad.